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miércoles, 18 de mayo de 2016

LA FELICIDAD

La felicidad

Las personas necesitamos sentido para nuestra vida, consuelo, cariño, esperanza, y jamás esas necesidades podrán ser protegidas con un derecho, ni corresponde satisfacerlas al poder político ni al económico, sino a ese amplio mundo del voluntariado, en el que se inscriben las familias, las escuelas, las asociaciones y comunidades, formadas por personas que no entienden su felicidad si no forma parte de ella ese otro, que es ya parte de mi vida, que nadie me obliga a atenderle, pero yo me siento obligado, porque hace mucho tiempo, que me sé ligado a él. Si no se descubre ese lazo por el que nos sintamos obligados, la humanidad podrá ser un mundo de hombres, pero no un mundo de seres humanos. Por eso, por favor, ayúdennos a que el tercer milenio sea el de una felicidad que incluye la justicia y la satisfacción de las necesidades humanas.

La prudencia
La prudencia es una virtud, es el arte de lo suficiente; buscar el máximo conduce a situaciones como esta”, señaló la filósofa, añadiendo que “debemos intentar cambiar y ser prudentes, pensar en las consecuencias de las decisiones que tomamos”.” Se ha perdido una actitud muy importante: la responsabilidad”, lamentó Cortina, al tiempo que hablaba de la falta de ejemplaridad que padece la sociedad actual.



La virtud

virtudes y virtud, “viene de ‘arete’, y significa excelencia, lo cual quiere decir que se está por encima de la media en alguna habilidad”. Y con la referencia a la excelencia enlazó con el segundo aspecto importante que quiso destacar en su encuentro: el de la vida en sociedad, la democracia y la participación. “Una democracia no se puede hacer con mediocres, sino con excelentes. El excelente no lo es para sí mismo sino para la sociedad en la que lo vive. Una sociedad es mejor con estudiantes aplicados, con veraces, prudentes… Es importante tener buenos profesionales, todos deberíamos ser excelentes en lo que hacemos. Ser excelente es la manera de servir mejor a la sociedad, poniendo nuestra excelencia al servicio de los demás.


En la vida personal y en la vida pública hay que entrar día a día y tomar decisiones para generar virtudes de excelencia de carácter porque el que es justo es excelente, el justo está predispuesto a ser justo.

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